La falsa coral es un serpiente constrictora que pertenece al género Lampropeltis, y es originaria del continente americano. Las especies mas comunes en cautividad son la Lampropeltis triangulum (de colores rojo, negro y amarillo) y la Lampropeltis getulus (de color blanco y negro). Reciben el nombre de falsas corales, porque tienen unas coloraciones muy parecidas a las autenticas serpientes coral (Micrurus spp.). La falsa coral adopta estos colores para confundir a los depredadores porque no son venenosas, pero las serpientes coral sí que lo son.
Alimentación
Las serpientes son carnívoras y se alimentan en la naturaleza de otros animales y en ocasiones de huevos. Las falsas coral de se alimentan en estado salvaje de pequeños mamíferos (sobretodo roedores), aves, reptiles de tamaño pequeño (incluyendo otras serpientes), anfibios y peces.
En cautividad se las puede alimentar con presa, que puede ser viva o muerta. Actualmente en las tiendas de animales especializadas es fácil conseguir presa viva (insectos y roedores) pero también presa muerta, que viene congelada y preparada para la alimentación de especies carnívoras. Siempre que sea posible escoger es preferible el uso de presa muerta, porque ésta ofrece unas mejores garantías sanitarias, pero también se evita que la presa pueda atacar a la serpiente y el sufrimiento de la presa. Otro punto importante a considera, es que la presa haya sido correctamente alimentada antes de ofrecérsela a la serpiente, porque esto garantizará una serpiente sana. Por esto es importante conseguir la presa en un distribuidor fiable y de confianza.
Algunos animales pueden no estar habituados a comer presa muerta y se les debe educar. Para acostumbrarlos se debe calentar un poco la presa y moverla con unas pinzas para simular que el animal está vivo y así hacerla mas apetitosa para la serpiente. Por suerte las serpientes de este género son muy voraces y suelen aceptar bien cualquier presa.
En caso de realizar la alimentación con presa viva, es importante asegurarse que la presa es cazada, sacrificada y consumida al momento, porque se dan muchos casos de ratones que han atacado a la serpiente causándole heridas importantes. Si la serpiente no muestra interés por la presa, es mejor retirarla del terrario y volver a ofrecerla en otro momento.
Las serpientes juveniles se tienen que alimentar cada 4-5 días aproximadamente, mientras que los adultos con una vez cada 7-14 días es suficiente. Conviene no sobrealimentar a la serpiente, porque pueden sufrir fácilmente de obesidad.
El tamaño de la presa a ofrecer ha de ir en relación con la medida de la serpiente. Se empieza alimentando a los animales juveniles con insectos o crías de ratón (pinkies), para ir aumentando la medida de la presa a medida que la serpiente va creciendo.
Es recomendable acostumbrar a la serpiente a comer en otro recipiente diferente a su terrario habitual, para que no relacione que cada vez que se abre el terrario es para comer, y pueda acabar atacando al cuidador como si fuera una presa. Es importante lavarse bien las manos después de manipular las presas, para que la serpiente no note el olor en las manos del cuidador y acabe mordiéndole por confusión con la presa.
Durante la muda y cuando las hembras están grávidas pueden dejar de comer y se trata de un proceso fisiológico normal.
Mantenimiento
El tamaño de estas serpientes puede variar mucho según la subespecie, desde 0,5 hasta 2m., y la medida del terrario debe ir acorde con tamaño que alcanzarán cuando sean adultas. La longitud del terrario debería ser como mínimo, la misma longitud del animal adulto.
Las serpientes igual que todos los reptiles son ectodermos, eso significa que no pueden producir su propia temperatura, y dependen de la temperatura exterior. Algunas especies de falsas coral en su medio natural cuando baja la temperatura y escasea el alimento entran en un estado de semi-hibernación (denominado brumación), pero esto no se aconseja hacerlo en cautividad si no se tiene experiencia ya que puede suponer un riesgo para la salud del animal. Por esta razón, se pueden mantener entre 24 y 30ºC durante todo el año. Es aconsejable tener siempre un rango de temperaturas dentro del terrario (por ejemplo 24ºC en la zona más fría y 29-30ºC en la más caliente), para que el animal pueda elegir en todo momento a que temperatura prefiere estar, según la zona en la que se ponga del terrario. Para tener este rango de temperatura, podemos usar fuentes de calor como esterillas eléctricas o cables calefactores que den una temperatura base sobre los 24-26ºC, y focos de luz infrarroja o bombillas de cerámica que den una temperatura más elevada (30ºC) cuando el animal se ponga debajo.
Es muy importante asegurarse que los animales no puedan entrar en contacto directo con las fuentes de calor para que no se quemen. Se desaconseja el uso de piedras calefactoras, ya que fácilmente pueden producir quemaduras en la parte ventral del animal. También hay que evitar los cambios bruscos de temperatura, y por la noche la temperatura nunca debe bajar de los 20ºC, por esto deberemos dejar siempre alguna fuente de calor encendida.
Otro factor importante y que conviene controlar es la humedad del ambiente. El terrario debería tener una humedad ambiental entorno al 60-70%, pudiendo llegar al 80% cuando estén en el proceso de muda. Para conseguir una humedad ambiental óptima podemos valernos de varias tácticas: pulverizar agua en el terrario varias veces al día o poner un recipiente poco profundo con agua al lado de una fuente de calor que hará que esta se vaya evaporando e incremente la humedad del terrario. Además si este recipiente es lo suficientemente grande, el animal puede utilizarlo para bañarse e hidratarse. Esta agua debería renovarse diariamente ya que suelen defecar en ella y además son un caldo de cultivo perfecto para muchos microorganismos. En caso que la humedad sea demasiado alta, se puede aumentar la ventilación y así conseguiremos bajarla.
Para poder controlar bien todos estos parámetros se debe disponer de termómetros e higrómetros distribuidos en distintos puntos del terrario para poder controlar que la temperatura y humedad son los correctos en las distintas zonas.
Otro factor importante a tener en cuenta es la ventilación del terrario. Una ventilación excesiva hará que la temperatura y la humedad bajen constantemente, mientras que una ventilación deficiente facilitará el acumulo de gases irritantes y humedad, facilitando la aparición de problemas respiratorios. Una buena ventilación con rejillas en ambos lados del terrario, evitará un ambiente viciado y la proliferación de hongos y otros microorganismos que podrían afectar a la salud del animal.
Las serpientes a diferencia de otros reptiles no necesitan una fuente de luz UVB de forma imprescindible y continua, ya que son animales de hábitos más nocturnos.
La mayoría de las falsas corales son especies de hábitos terrestres y semi-arborícolas, así que el uso de terrarios con abundantes ramas y cuevas favorecerá su adaptación. Conviene ofrecer varios refugios que sirvan como escondites en caso de que no quieran ser vistas o quieran descansar. Además al poner las cuevas en distintas zonas del terrario se consigue que estén a diferentes temperaturas y humedades, y así la serpiente puede elegir la que más le convenga en cada momento. El uso de algunas piedras o rocas puede ser de gran ayuda a la hora de mudar, ya que al frotarse contra ellas les ayuda a poder desprenderse de la piel vieja.
El sustrato del terrario debe elegirse con cuidado ya que un sustrato equivocado podría ocasionar dermatitis o ser ingerido y causar obstrucciones gastrointestinales. Es aconsejable utilizar siempre sustratos orgánicos que puedan digerir en caso de ingestión, como por ejemplo turba, fibra de coco o cáñamo. Se puede utilizar corteza siempre que los trozos sean lo suficientemente grandes como para que no puedan tragárselos. En el caso de los neonatos es preferible emplear papel de cocina o de periódico para poder controlar si defecan y orinan correctamente. Se desaconseja el uso de sustratos inorgánicos o polvorientos como arena de playa, sepiolita (arena de gato), serrín, etc.
Una buena higiene en el terrario es fundamental, retirando heces y cambiando el agua diariamente. Una vez a la semana es conveniente realizar una limpieza más a fondo para evitar la proliferación de microorganismos.
Las serpientes son profesionales del escapismo, y por esta razón conviene tener siempre el terrario bien cerrado y a prueba de fugas
Comportamiento
Las falsas corales son por lo general de carácter pacífico pero muy nerviosas, sobretodo en edad juvenil. Un dato importante que hay que tener en cuenta, es que estas serpientes son ofiófagas, es decir que se pueden alimentar de otras serpientes. Por lo que no es recomendable mantener a más de un ejemplar en el mismo terrario, ya que corremos el riesgo de que sea devorado por su compañero.
Salud y patologías
Las serpientes mudan toda la piel entera de forma normal. La muda suele tener lugar cada 3 semanas en animales en crecimiento, y se va espaciando hasta mudar una vez cada 3 meses conforme van creciendo. Unos días antes de la muda la serpiente pierde el apetito y los ojos adoptan un aspecto opaco, gris o azulado. La piel toma una coloración más apagada y blanquecina y finalmente se libera de ella. Conviene controlar que la piel se ha desprendido toda entera, porque si observamos trozos de piel adheridos al cuerpo del animal esto nos indicará que hay un problema en la muda (disecdisis) y conviene acudir a un veterinario especialista.
La presencia de parásitos intestinales en reptiles es frecuente y es conveniente una desparasitación anual para reducir o eliminar el número de parásitos. Los parásitos digestivos pueden producir adelgazamiento progresivo, obstrucciones gastrointestinales, diarreas y debilidad, haciéndole más susceptible a padecer otras enfermedades. Además algunos de estos parásitos podrían llegar a los intestinos humanos si no se toman unas buenas medidas higiénicas.
Es aconsejable una revisión veterinaria después de la compra para diagnosticar posibles patologías o carencias, y luego una revisión anual para comprobar que presentan un buen estado de salud, pudiéndose hacer coincidir con la desparasitación.
También será necesario llevar al animal al veterinario en caso de enfermedad, aunque a veces los síntomas que muestran no son muy aparentes. Algunos de estos síntomas pueden ser mucosidad, respiración con la boca abierta, posiciones anormales, bajada gradual de peso, diarreas, estreñimiento, debilidad, apatía, pérdida de apetito, temblores, bultos en el cuerpo, retención de trozos de piel de la muda, cambios en el comportamiento, etc.
Las serpientes, así como otras especies de reptiles, pueden tener como flora normal digestiva algunas bacterias como Salmonella spp. Estas bacterias no suelen causar enfermedad a las serpientes, pero son un riesgo para los humanos y otros animales, que al ingerirlas pueden causar diarreas, fiebre e incluso infecciones generalizadas. Por esta razón es recomendable extremar siempre las medidas higiénicas cuando se entra en contacto con algún reptil, y lavarse bien las manos con agua y jabón después de su manipulación. Esto es especialmente importante en personas con un sistema inmunitario débil, como los niños, la gente mayor, embarazadas, etc.
La información descrita en este artículo es un breve repaso sobre el correcto manejo y alimentación básicos de las falsas coral, para más información acuda a nuestro centro.
Los comentarios están cerrados.