La Chinchilla

Las chinchillas (Chinchilla lanigera) son originarias de América del Sur, dónde habitan en las laderas de la cordillera Andina. Su hábitat principal son ambientes rocosos, arenosos y arbustivos. La esperanza de vida de las chinchillas es de las más longevas entre los roedores, pudiendo llegar a vivir 10 años o incluso 15 en cautividad. Las hembras suelen tener un mayor tamaño y peso (450-800 g.) en comparación a los machos (400-500 g.).

Alimentación

La dieta de las chinchillas en libertad está compuesta principalmente por vegetación, hierba, algunas semillas y ocasionalmente algunos insectos. Esta dieta es rica en fibra y baja en energía. En cautividad, las dietas incorrectas suelen ser una de las principales causas de enfermedades en chinchillas, por esta razón es importante establecer una buena dieta para las mascotas desde un buen principio:

  • Heno: El heno es la base de la dieta, y debe estar siempre disponible, ya que es la  fuente de fibra principal. El heno más adecuado es el de gramíneas como el que encontramos en la mayoría de tiendas. Es habitual encontrarlo complementado con otras plantas (diente de león, manzanilla,…) y  flores para aportarle un poco de variedad y sabor. En ocasiones podemos encontrar heno de alfalfa, aunque conviene darlo en cantidades moderadas, ya que al ser una leguminosa resulta excesivamente rica en calcio y proteínas.
  • Pienso de calidad: El pienso para las chinchillas debe ser en forma de gránulos (extrusionado) o en bastoncitos (pelletizado) y sin cereales ni semillas añadidos. Un buen pienso debe tener una composición alta en fibra (20-35%), baja en grasas (2-5%) y con un porcentaje de proteínas del 16-20%. El pienso se debe ofrecer en cantidades limitadas (1 cucharada sopera/animal/día) para estimular el consumo de heno. Solo en animales jóvenes en crecimiento o hembras gestantes/lactantes se puede incrementar la ración.
  • Complementos: Como premios o complementos extras en la dieta, se pueden ofrecer pequeñas cantidades de hojas verdes como espinacas, acelgas, hojas de zanahoria, escarola, col,… aunque conviene evitar la lechuga. También podemos ofrecer pequeñas cantidades de fruta y verdura deshidratadas o frutos secos (nueces, pasas,…) como premios, aunque el volumen total de estos complementos no debe superar el que pueda contener una cucharada de postre a la semana.

El agua limpia debe estar permanentemente disponible. Los bebederos de botella son los más adecuados, aunque se deben limpiar a diario ya que pueden obstruirlos con restos de comida, y facilitar la proliferación de patógenos.

Nunca se deben realizar cambios bruscos en la dieta, porque podrían causar diarreas. Si se desea mejorar su alimentación se debe realizar poco a poco, ofreciendo pequeñas cantidades de los alimentos nuevos e ir aumentando las cantidades a largo de varias semanas. Si se va a ofrecer una nueva marca de pienso es mejor empezar mezclándolo con la marca anterior, e ir aumentando poco a poco la proporción del nuevo pienso. Los animales jóvenes y los recién adquiridos son especialmente sensibles a los cambios bruscos de dieta, y con éstos se debe proceder con mayor cautela. Sin embargo, es bueno acostumbrarlas de jovencitas a distintas marcas de pienso y a diferentes elementos en la dieta, pues de lo contrario de mayores aceptan muy mal los cambios y los elementos nuevos. En los comercios se encuentran numerosas golosinas ricas en semillas y azúcares, que aunque estén camufladas bajo la forma de complementos beneficiosos, suelen ser ricas en grasas y carbohidratos y tienden a desequilibrar la dieta. Es preferible el uso de golosinas bajas en carbohidratos y ricas en fibra (flores secas, diente de león deshidratado, hojas secas,…).

Mantenimiento

Las chinchillas pueden alojarse tanto en instalaciones interiores como exteriores. Si se mantienen en exterior deben disponer de una zona protegida de las inclemencias meteorológicas (lluvia, viento, frío, calor,…), y conviene acostumbrarlas desde la primavera. Nunca deben dejarse a pleno sol, ya que fácilmente pueden sufrir golpes de calor, y en épocas de verano conviene que dispongan de un refugio fresco durante las horas de más calor. Deberían mantenerse en un ambiente fresco y seco, entre 10-20ºC.

Son animales muy activos y necesitan jaulas grandes y espaciosas con distintos niveles para poder trepar y saltar. Es importante dejarlas salir unas horas al día fuera de la jaula en un espacio controlado para hacer ejercicio.

Como lecho para la jaula se pueden emplear aglomerados vegetales o de papel, paja, heno o arena vegetal. Se desaconseja completamente el uso de viruta de madera o sepiolita (arena de gato) ya que producen polvo y pueden ocasionar rinitis y conjuntivitis. Además la sepiolita es muy erosiva para las patas y si se la tragan les puede causar obstrucciones gastrointestinales.

Conviene ponerles siempre a disposición un nido o una zona donde puedan esconderse (tubo, cueva,…) porque se estresan con facilidad, y un refugio les ofrece seguridad. Como material para el nido es preferible el uso de materiales vegetales como la paja o el heno.

Las chinchillas son animales limpios y no es necesario ni conveniente bañarlas; además el baño las puede estresar mucho. Sólo en caso de que sea estrictamente necesario se pueden limpiar con toallitas para bebes o incluso en un balde con un poco de agua tibia y champú para animales, vigilando de no mojarles la cabeza ni las orejas. Una vez finalizado el baño se las tiene que secar bien con una toalla y luego mantenerlas en un ambiente cálido hasta que estén completamente secas. Si se decide utilizar el secador vigilar siempre de no sobrecalentarlas o quemarlas. Para el mantenimiento de su higiene y el buen estado del pelaje, las chinchillas se bañan en arena (marmolita o arena volcánica) permitiendo así la eliminación de la grasa del pelo. Es posible encontrar arena para chinchillas en la mayoría de tiendas especializadas. No se aconseja dejarla permanentemente puesta en la jaula, puesto que terminan orinando y defecándose en ella, y un baño excesivo puede producir problemas oculares. Se les puede poner a disposición en un recipiente cada 2 o 3 días durante un período de 30-40 minutos y luego retirarla.

Salud y patologías

Las chinchillas recién adquiridas suelen ser muy jóvenes y con un sistema inmune débil, además de haber estado sometidas al estrés del cambio de hogar, de alimentación,… La inmunosupresión resultante favorece la aparición de hongos en la piel, diarreas y otras enfermedades. Es conveniente realizar siempre una revisión posterior a la compra, para controlar su estado de salud y realizar los tratamientos profilácticos oportunos.

En el caso de las chinchillas adultas se aconseja al menos una revisión veterinaria anual para confirmar el buen estado de salud y detectar problemas de manera temprana. Los problemas dentales y la constipación intestinal son uno de los motivos más habituales de consulta en chinchillas a partir de los 5-6 años de edad, siendo posible prevenirlos con una buena alimentación desde jovencitos.

Este artículo es un breve repaso sobre el correcto manejo y alimentación de las chinchillas, para más información acuda a nuestro centro.

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