Los camaleones son lagartos que pertenecen a la familia Chamaleonidae y son originarios de África y Madagascar, aunque se pueden encontrar algunas especies en las costas mediterráneas del sur de España, Portugal e Italia y regiones del sudoeste de Asia. Son de hábitos principalmente arbóreos. Las especies más habituales como mascotas son el camaleón del Yemen o Velado (Chamaeleo calyptratus), el camaleón pantera (Furcifer pardalis) y el camaleón común (Cahameleo chamaeleon). Tienen una esperanza de vida de unos 5 a 8 años, aunque puede variar un poco según la especie y el sexo del animal.
Alimentación
En libertad los camaleones se alimentan principalmente de insectos, aunque también pueden incluir en la dieta otros artrópodos (arañas, caracoles, lombrices,…) y pequeños vertebrados. Su dieta en cautividad debe estar formada por diferentes tipos de invertebrados, y no solo limitarla a un tipo de presa siempre. Los comercios de animales suele disponer de forma regular de insectos vivos para la alimentación de reptiles, como grillos, saltamontes, gusanos de la harina, gusanos de seda, cucarachas argentinas (Blaptica spp.), etc. Aunque siempre es conveniente complementar la dieta con otro tipo de insectos capturados en el campo como mariposas, arañas, escarabajos, caracoles, lombrices de tierra, mantis religiosas, moscas, babosas, etc. Se debe vigilar dónde se capturan los insectos para que no contengan insecticidas que podrían intoxicar al camaleón. El insecto debe de ser de un tamaño adecuado para el camaleón, como para que le quepa entero dentro de la boca. Los camaleones neonatos deben comer 2 veces/día, mientras que en los juveniles y adultos, con solo 1 vez/día es suficiente.
El valor nutritivo de los artrópodos no es igual para todos, pero se considera en términos generales que los que tienen una mejor relación calcio:fósforo y por lo tanto son los más adecuados para alimentar a los reptiles son los grillos de sabana (Gryllus assimilis), las cucarachas argentinas (Blaptica dubia), los caracoles y las arañas. Se debe limitar el consumo de gusanos (Zophoba morio,Tenebrio molitor,…) porque suelen ser demasiado ricos en grasas.
Es importante que los insectos comprados en tiendas estén bien alimentados, porque si no es así, el camaleón sufrirá deficiencias. Igualmente, en casa hay que proporciona-les también una buena alimentación mientras, para que posteriormente el camaleón disfrute de insectos nutritivos y bien alimentados. Los insectos se pueden alimentar con frutas y verduras variadas, y complementarles la dieta con un complemento vitamínico-mineral. Alternativamente, algunos comercios empiezan también a disponer de pienso especial para alimentar a los insectos en forma de granulado o de polvo.
Para darle el complemento vitamínico-mineral al camaleón podemos hacerlo de dos formas. La primera es poniendo el complemento vitamínico-mineral en la comida de los insectos unas 24-48 h. antes de que los consuma el reptil, porque así los insectos lo ingieren con la comida y cuando el camaleón se los coma lo absorbe él. La segunda opción es rebozar a los insectos con el complemento vitamínico-mineral antes de ofrecérselos al camaleón, aunque este método es menos efectivo porque si los insectos no son consumidos en breve, el complemento cae cuando el insecto se limpia. Las deficiencias de calcio son muy habituales en reptiles, especialmente en animales en crecimiento, por esto para permitir un buen desarrollo del animal es necesario complementar la dieta con calcio en polvo. Los camaleones en crecimiento deberían recibir complemento de carbonato de calcio 4-5 veces/semana, y complemento vitamínico 1-2 veces/semana. En los animales adultos, el complemento de calcio se puede reducir a 1-2 veces/semana, y el vitamínico a 1 vez/semana.
No se aconseja alimentar a los camaleones con crías de rata o ratón para evitar la transmisión de enfermedades, y porque con el tiempo puede predisponer a la aparición de problemas renales Los camaleones al ser animales de hábitos arbóreos raramente bajan al suelo y no suelen beber de recipientes puestos en el suelo. Algunos camaleones pueden aprender a beber agua de un recipiente puesto entre las ramas, pero preferiblemente beben el agua del rocío que queda en las hojas de las plantas y las ramas. Para conseguir que quede agua entre las hojas de la vegetación, se puede rociar con un vaporizador varias veces al día o bien establecer un sistema de goteo que vaya dejando caer agua encima de la vegetación poco a poco.
Mantenimiento
Los camaleones son animales arborícolas, y pasan la mayor parte del tiempo en las copas de los árboles y arbustos. Por esta razón se aconseja el uso de terrarios verticales, que sean más altos que largos y con abundantes ramas y troncos, por los que puedan trepar y sentirse como en su hábitat.
Los camaleones, y los reptiles en general, son animales ectotermos, eso significa que no pueden producir su propia temperatura, y dependen de la temperatura exterior. Los camaleones no hibernan en su medio natural (a excepción del camaleón común en algunas regiones) ya que son especies originarias de climas tropicales y subtropicales, y al vivir en ambientes con una temperatura cálida constante durante todo el año disponen de abundancia de alimento y no necesitan hibernar. Por esto, sus cuerpos tampoco están diseñados para aguantar períodos largos de hibernación. La temperatura de mantenimiento en cautividad de estas especies está entre los 25ºC y 32ºC. Es aconsejable crear siempre un rango de temperaturas dentro del terrario (por ejemplo, 25ºC en la zona más fría y 31ºC en la más caliente), para que el animal pueda elegir en todo momento a que temperatura prefiere estar, solo desplazándose a un sitio u otro de la instalación Para tener este rango de temperaturas, podemos usar fuentes de calor como esterillas eléctricas o cables calefactores que den una temperatura base sobre los 25-28ºC, y luego un foco de calor en la parte superior del terrario (una bombilla de cerámica o infrarroja) que cuando el animal se ponga debajo tenga una temperatura cercana al rango alto, unos 32ºC. Se desaconseja el uso de piedras calefactoras porque fácilmente les producen quemaduras en la barriga. Se debe vigilar que los animales no puedan entrar en contacto directo con las fuentes de calor para que no se quemen, y los focos deben estar a una distancia suficiente para que una exposición prolongada debajo de la fuente de calor no les llegue a producir quemaduras. Se deben evitar los cambios bruscos de temperatura, porque podrían hacer enfermar al animal. Por la noche la temperatura nunca debe bajar de los 20ºC, pudiendo ser necesario dejar siempre alguna fuente de calor encendida.
La mayoría de camaleones habitan en bosques y selvas tropicales y subtropicales con humedades ambientales elevadas alrededor del 60-80%. Para conseguir esta elevada humedad ambiental podemos valernos de diversos métodos: sistemas comerciales de lluvia, pulverizar agua en el terrario y en el animal varias veces al día, fuentes con caída de agua o poner un recipiente poco profundo con agua al lado de una fuente de calor que hará que ésta se vaya evaporando y suba la humedad del terrario. Durante la época de muda, pueden necesitar un mayor grado de humedad en el terrario para facilitar el cambio de piel.
En el terrario deberemos disponer de termómetros e higrómetros localizados en distintos puntos para poder controlar que la temperatura y la humedad son las correctas para un buen mantenimiento del animal.
Otro factor muy importante a tener en cuenta es la ventilación del terrario. Una ventilación deficiente facilitará el acumulo de gases irritantes y humedad, y ésto puede predisponer a la aparición de problemas respiratorios. Una buena ventilación evitará un ambiente viciado y la proliferación de hongos y otros microorganismos que podrían afectar a la salud del camaleón.
Todos los reptiles producen la vitamina D3 en la piel con la ayuda de la luz ultravioleta B (UVB) del sol. Una de las funciones más cruciales de la vitamina D3 es ayudar en la absorción del calcio, para que puedan tener unos huesos fuertes y crecer correctamente. Esta es la razón por la que es tan necesario que a los reptiles les toque cada día la luz del sol directa, sin cristal ni plástico por en medio. Alternativamente, si no es posible que les toque cada día unas horas el sol, se les puede poner una lámpara de luz ultravioleta B en el terrario que simulará el efecto solar. Es importante utilizar buenas marcas de fluorescentes de luz UVB especiales para terrarios y renovarlos según las indicaciones del fabricante, porque pasada la caducidad estos fluorescentes pueden continuar emitiendo luz pero no del espectro que necesita el animal. Los fluorescentes deben ponerse a la distancia recomendada por el fabricante, generalmente a 40-60 cm, y sin cristales ni plásticos por en medio que podrían filtrar los rayos UV. Las luces se deben apagar durante la noche, para proporcionar al animal 12 horas de oscuridad.
Para la decoración del terrario se pueden utilizar plantas artificiales o naturales, ramas, troncos y cuerdas que permitirán al animal desplazarse por el terrario y le darán intimidad y seguridad.
El sustrato del terrario debe elegirse con cuidado ya que podrían ingerirlo por error con la comida, y llegar a causarles obstrucciones gastrointestinales. Es aconsejable utilizar siempre sustratos orgánicos que puedan digerir en caso de ingestión, como por ejemplo fibra de coco, turba, etc. Se puede utilizar corteza siempre que los trozos sean lo suficientemente grandes como para que no puedan tragárselos. Al ser animales más bien arborícolas y pasar poco tiempo en el suelo, se puede emplear también hierba artificial en el fondo que es fácil de limpiar y proporciona una imagen estética aceptable. Se desaconseja el uso de sustratos inorgánicos o polvorientos como arena de playa, sepiolita (arena de gato), serrín, etc.
Los terrarios se deben limpiar regularmente, retirando los restos de comida y heces diariamente. Una vez a la semana es conveniente hacer una limpieza del terrario más a fondo y el cambio del sustrato en caso necesario para evitar la proliferación de microorganismos.
Comportamiento
Los camaleones son animales territoriales, y cuando llegan a la madurez sexual pueden resultar agresivos hacia otros individuos o incluso hacia el propietario. Este comportamiento se observa sobretodo en machos adultos, y a veces también en hembras adultas durante la época de reproducción. Para prevenir agresiones, conviene conocer algunas de las señales que muestra el animal antes de atacar, como son una posición más erguida, se hinchan para aparentar ser más grandes y extienden la papada, dan pequeños golpes hacia arriba con la cabeza y arquean un poco la cola. Generalmente frente a una amenaza suelen huir, pero pueden morder si el animal se sienta acorralado y no se respete su espacio personal.
En general no conviene alojar a varios camaleones juntos, a menos que se disponga de mucho espacio, y menos aún con otras especies de reptiles por el riesgo de agresión y de transmisión de enfermedades entre ellos.
Salud y patologías
La presencia de parásitos intestinales en reptiles es frecuente y es conveniente una desparasitación anual para reducir o eliminar el número de parásitos. Los parásitos digestivos pueden producir adelgazamiento progresivo, obstrucciones gastrointestinales, diarreas y debilitación del paciente, haciéndole más susceptible a padecer otras enfermedades. Además, algunos de estos parásitos podrían llegar a los intestinos de las personas si no se toman unas buenas medidas higiénicas.
Es aconsejable una revisión veterinaria después de la compra para identificar posibles patologías y carencias, y luego una revisión anual para comprobar que presentan un buen estado de salud, pudiéndose hacer coincidir con la desparasitación. También será necesario llevar al animal al veterinario en caso de enfermedad, aunque a veces los síntomas que muestran no son muy aparentes. Algunos de estos síntomas pueden ser lagrimeo o hinchazón del ojo, mucosidad, respiración con la boca abierta, bajada gradual de peso, diarreas, estreñimiento, debilidad, apatía, pérdida de apetito, temblores, bultos en el cuerpo, retención de trozos de piel de la muda, cambios en el comportamiento normal, etc.
Los camaleones, así como otras especies de reptiles, pueden tener como flora normal digestiva algunas bacterias como Salmonella spp. Estas bacterias no suelen causar enfermedad a los camaleones, pero son un riesgo para los humanos y otros animales, que al ingerirlas pueden causar diarreas, fiebre e incluso infecciones generalizadas. Por esta razón es recomendable extremar siempre las medidas higiénicas cuando estemos en contacto con algún reptil, y lavarnos bien las manos con agua y jabón después de su manipulación. Esto es especialmente importante en personas con un sistema inmunitario débil, como los niños, la gente mayor, embarazadas, etc.
La información descrita en este artículo es un breve repaso sobre el correcto mantenimiento y alimentación básicos de los camaleones, para más información acuda a nuestro centro.
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