Existen más de 200 especies de tortugas terrestres en el mundo. Entre las especies más habituales como mascotas dentro de las tortugas de climas temperados encontramos la Tortuga rusa (Agrionemys horsfieldii), la Tortuga mora (Testudo graeca), la Tortuga mediterránea (Testudo hermanni), la Tortuga griega (Testudo marginata) y las Tortugas caja (Terrapene spp.) entre otras.
Algunas de estas especies están protegidas y puede ser necesaria documentación especial para su tenencia legal. En cualquier caso se recomienda adquirir siempre ejemplares criados en cautividad y de procedencia legal.
Alimentación
La mayoría de tortugas terrestres son herbívoras y su dieta se compone mayormente de plantas. Es importante que la dieta sea lo más variada posible, sin abusar de ningún ingrediente y respetando al máximo las proporciones:
- Verduras y algo de hortalizas: Las verduras deben formar el 90% de la dieta, y se deben ofrecer a modo de ensalada, con las hojas troceadas y mezcladas para que no seleccionen. Cada día deberían recibir como mínimo 3 verduras distintas e irlas variando semanalmente. Algunas verduras recomendadas son rúcula, canónigos, escarola, col, acelga, endivias, lechuga, espinacas, berza (col rizada), berros, canónigos, hojas de nabo y remolacha, y otras verduras (hojas) de consumo humano. También se pueden incluir otras plantas silvestres o de cultivos, como trébol (flor y hojas), brotes de hierba y gramíneas, alfalfa, diente de león (flor y hojas), hojas de chumbera (abiertas y sin pinchos), hojas de morera y vid, pétalos de rosa, flores de hibiscos, llantén, cerraja, malva, cardos, etc.
Para completar la ración de verduras se puede añadir un poco de: zanahoria, judías verdes, guisantes, coliflor, brócoli, pepino, calabaza, champiñones, brotes de soja, tomate, pimiento, etc.
- Fruta: Para la mayoría de especies la fruta no debería superar el 10% de la dieta (p.ej. un poco de fruta 1-2 veces/semana). La fruta les suele resultar muy apetitosa, pero su contenido en calcio y proteínas es más bien limitado. Se puede ofrecer todo tipo de fruta de temporada, como manzana, pera, fresas, sandía, higo, kiwi, melón, ciruelas, melocotón, plátano, etc., e irlas variando según la disponibilidad estacional.
- Alimentos de origen animal: Las tortugas de tierra pueden incorporar ocasionalmente pequeñas cantidades de alimentos de origen animal (invertebrados, caracoles,…) a la dieta. En cautividad, si el animal recibe una dieta completa, no es necesario ningún aporte de proteína animal, e incluso un exceso puede ser perjudicial. Muchas tortugas terrestres pueden comer con deleite pienso de perro o gato en grandes cantidades, lo cual no debería permitirse pues resulta muy nocivo para su riñón. Si acaso, en épocas de mayor necesidad nutricional se puede ofrecer alguna fuente de proteína animal de manera muy ocasional (1 vez cada 15 días), en forma de caracoles (con caparazón), gusanos de tierra, una bolita de pienso de perro o de gato, huevo duro,… Como excepción, las tortugas en libertad del género Terrapene, pueden incorporar una mayor cantidad de alimentos de origen animal, en función de la estación del año y la disponibilidad de alimentos.
- Complementos vitamínico-minerales: Algunas tortugas pueden tener mayores requerimientos de nutrientes en ciertas fases de su vida (crecimiento, reproducción y puesta de huevos, enfermedad,…) y puede ser necesario complementar la dieta con un complemento vitamínico y de calcio o un pienso específico para tortugas. En las tiendas se encuentran piensos para tortugas de tierra en forma de barritas o granulado, cuya calidad varía muchísimo según la marca. En general no se recomiendan como dieta única, sino como un complemento más de la dieta que se puede ofrecer 1-2 veces/semana. Si no están acostumbradas a comer este tipo de piensos, al principio pueden mostrarse reacias. Lo mejor es añadirlo primero desmenuzado y húmedo, mezclado con la ensalada, y luego cuando ya se han acostumbrado al sabor, lo consumen directamente sin necesidad de triturarlo.
Todas las tortugas deberían disponer de una zona dónde poder bañarse y beber agua si lo desean. Se les puede proporcionar un recipiente poco profundo y lo suficientemente grande como para que puedan entrar enteras y bañarse. El agua se debe renovar diariamente, ya que tienen tendencia a defecar en ella.
Mantenimiento
Las tortugas son animales ectotermos. Eso significa que no pueden producir su propio calor corporal, y dependen de la temperatura exterior. Por esta razón cuando la temperatura exterior baja, se ralentiza su metabolismo y pueden entrar en hibernación.
Las tortugas de climas templados en nuestro país, pueden alojarse tanto en terrarios interiores como en zonas exteriores, ya que al ser de climas templados pueden hibernar durante las épocas de frío. Si se alojan en zonas exteriores, deben tener sitios resguardados dónde protegerse del intenso calor estival y de las lluvias torrenciales. Si se mantienen en terrarios interiores se pueden mantener entre 22 y 30ºC durante todo el año, y no realizaran hibernación.
La hibernación no es una necesidad para ellas, pueden estar en perfecto estado de salud sin hibernar, aunque sí que es necesaria para regular el ciclo reproductivo. Por ello en invierno podemos optar entre mantenerlas en un terrario interior con temperatura controlada o hacerlas hibernar en el exterior. Si se hacen hibernar, hay que ofrecerles un refugio en el exterior a salvo de la lluvia, como una caja de madera con sustrato seco y esponjoso (paja, papel de periódico cortado a tiras, heno, turba, sustrato de coco,…). La caja debe colocarse en un lugar resguardado y sin calefacción, dónde noten la temperatura exterior (terraza, garaje….). Deberían ponerse a resguardo de ratas o ratones, pues un accidente frecuente es que los roedores las encuentren durante la hibernación y muerdan sus extremidades provocando graves lesiones. Durante el descenso de las temperaturas en otoño reducen su apetito, y es mejor no ponerles alimento, para que puedan vaciar su tracto digestivo y no fermenten los restos de comida en su intestino durante la hibernación. Pueden estar hibernadas de 2 a 5 meses o más, sin moverse ni comer ni defecar. En días otoñales cálidos pueden llegar a despertar y salir del nido brevemente, pudiendo aprovecharse la ocasión para realizarles un baño de rehidratación con agua tibia de unos 15-20 minutos pero sin ofrecer alimento. En pleno invierno, en el caso de que la temperatura baje por debajo de 0ºC, conviene ponerlas en una zona con menos frío para que no se puedan quedar congeladas, aunque suelen resistirlo sin problemas si están bien enterradas.
Si bien las tortugas adultas, fuertes y sanas hibernan sin problemas, esto no siempre es así en ejemplares jóvenes (de menos de 1-2 años), parasitados, debilitados o enfermos. Las tortugas recién adquiridas también suelen presentar un estado de salud incierto. Muchas de estas tortugas entran en hibernación aparentemente bien pero salen en un estado pésimo de salud o con neumonías y algunas llegan a morir. Por esta razón no se deberían dejar hibernar los animales en situación de riesgo. Previamente a la hibernación es muy recomendable una revisión veterinaria completa y una desparasitación para asegurar que tienen un buen estado de salud. Las tortugas del género Terrapene pueden hibernar pero son especialmente propensas a despertar con problemas de salud, por esto no se suele aconsejar su hibernación.
Normalmente el propio clima se ocupa de que el despertar sea un proceso progresivo y que siga su curso natural. Durante el despertar se las puede ayudar proporcionándoles baños diarios de rehidratación con agua tibia.
Si se decide mantener a la tortuga en interior, se aconseja que haya un rango de temperaturas en el terrario (por ejemplo 22ºC en la zona más fría y 30ºC en la más caliente), para que el animal pueda elegir a que temperatura prefiere estar en cada momento. Para conseguirlo, se pueden emplear esterillas/cables de calor y focos calefactores. Las mantas eléctricas o cables calefactores al dar temperatura desde debajo, solo pueden ser útiles para aportar una temperatura base en el terrario (22-25ºC). En cambio los focos calefactores al aportar el calor desde arriba, imitan la luz solar, y sirven para que la tortuga tome “baños de sol” y así proporcionar puntos más calientes en zonas concretas del terrario. Los focos calefactores (bombilla de cerámica o incandescente) puestos en un lado del terrario, permiten que si el animal se pone debajo del foco tenga una temperatura en el rango alto, unos 30ºC, y si se aleja pueda estar a menos temperatura.
Se debe vigilar que las tortugas no puedan entrar en contacto directo con las fuentes de calor o que una exposición prolongada les pueda producir lesiones, ya que no perciben las quemaduras.
Las tortugas producen la vitamina D3 en la piel con la ayuda de la luz ultravioleta (UV) del sol. Una de las funciones más importantes de la vitamina D3 es ayudar en la absorción del calcio del alimento, para que puedan tener unos huesos fuertes y crecer correctamente. Por esta razón es tan importante que les de cada día la luz del sol directa, pero sin que cristal ni plástico por en medio (porque retienen la luz UV). Alternativamente, si no es posible que les del sol directo, se les puede poner en el terrario una lámpara de luz UV B para reptiles, que simulará el efecto solar.
Si se ponen plantas naturales en el terrario, deberá vigilarse que no sean tóxicas, y si se usan artificiales, habrá que controlar que no las muerdan e ingieran trozos de plástico.
El sustrato del terrario debe elegirse con cuidado ya que podrían ingerirlo por error con la comida y sufrir obstrucciones gastrointestinales. Se aconsejan sustratos orgánicos que puedan digerir en caso de ingestión, como por ejemplo heno, turba, sustrato de coco, paja, etc. Por esa razón los sustratos de corteza o grava no son muy aconsejables. También se deben evitar los sustratos inorgánicos o polvorientos como arena de playa, sepiolita (arena de gato), serrín, etc. Para tortugas pequeñas el simple papel de periódico es una opción muy higiénica y segura.
Los terrarios deben tener buena ventilación, ya que el acumulo de humedad y gases puede facilitar la aparición de problemas respiratorios.
Salud y patologías
Las lombrices y otros parásitos intestinales son particularmente frecuentes en tortugas de tierra y es conveniente una desparasitación anual para su control. Los parásitos digestivos pueden producir adelgazamiento progresivo, obstrucciones gastrointestinales, diarreas y debilitación del paciente, haciéndole más susceptible a otras enfermedades. En el caso de las tortugas que van a hibernar se aconseja desparasitarlas previamente a la hibernación para que se reduzca o elimine el número de parásitos y no consuman las reservas de la tortuga durante el letargo. Además algunos de estos parásitos podrían llegar a los intestinos humanos si no se toman unas buenas medidas higiénicas.
Es aconsejable una revisión veterinaria anual de las tortugas, para comprobar que presentan un buen estado de salud, pudiéndose hacer coincidir con la desparasitación. También es recomendable llevar al animal al veterinario especialista en caso de enfermedad, aunque a veces los síntomas que muestra no son muy aparentes. Algunos de estos síntomas pueden ser lagrimeo de los ojos, mucosidad, respiración con el cuello extendido y la boca abierta, bajada gradual de peso, diarreas, debilidad, apatía, anorexia, bultos en el cuerpo, caparazón blando, cambios de coloración del caparazón, etc.
Los reptiles pueden tener Salmonella como flora digestiva normal. Estas bacterias no suelen causar enfermedad a las tortugas, pero pueden ser un riesgo para los humanos, que al ingerirlas pueden padecer salmonelosis, con diarreas, fiebre e infecciones generalizadas. Por esta razón es recomendable extremar las medidas higiénicas cuando se entrar en contacto con algún reptil, y lavarse bien las manos con agua y jabón después de su manipulación, así como evitar el contacto del reptil con la boca o los alimentos. Esto es especialmente importante en personas con un sistema inmunitario débil, como niños, gente mayor, embarazadas, etc.
Este artículo es un repaso básico sobre el manejo y alimentación de las tortugas de tierra de climas templados, para más información acuda a nuestro centro.
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