La Cobaya

Sinónimos: Conejillo de Indias, Cuy, Cobayo

Las cobayas (Cavia porcellus) son originarias de los Andes en América del Sur. Su peso adulto suele estar entre los 800 y 1200 g, aunque algunos machos pueden superar este peso. Tienen una esperanza de vida en cautividad de unos 4-6 años.

Alimentación

La dieta incorrecta es la principal causa de enfermedades en las cobayas mascota. El problema más frecuente es la falta de vitamina C, pues la cobaya es, junto con el hombre, uno de los pocos animales que no pueden fabricar la vitamina C y por eso deben ingerirla diariamente en la dieta. El error más difundido es ofrecerles solamente pienso sin vegetales frescos.

La dieta de la cobaya debe estar compuesta por:

Heno: Debe estar siempre disponible en todas las cobayas porque es una fuente de fibra imprescindible, pero especialmente en los animales jóvenes y recién adquiridos. El heno más adecuado es el de gramíneas. También se puede usar el de alfalfa, aunque conviene darlo en cantidades moderadas, ya que resulta excesivamente rico en calcio y proteínas. Los dientes de las cobayas crecen continuamente durante toda su vida, un consumo elevado de heno ayuda a mantenerlos en buen estado, evitando el sobrecrecimiento. La fibra del heno estimula el peristaltismo intestinal y ayuda a prevenir la formación de bolas de pelo (tricobezoares) y los problemas de motilidad intestinal.

– Verduras, hojas y hierba frescas, en definitiva ¡¡VERDE¡¡: Canónigos, rúcula, endivias, perejil, col, acelga, escarola, apio, espinacas, hojas de zanahoria, de nabo o de remolacha, tréboles, brotes de césped, diente de león, llantén y otras hierbas silvestres deben formar parte de su dieta. Las verduras de hoja oscura son las más adecuadas por su alto contenido en vitamina C, y pueden darse en grandes cantidades, siempre y cuando no reduzcan el consumo de heno. De vez en cuando se pueden ofrecer también hortalizas variadas como premio. Es falsa la creencia de que la verdura provoca diarrea, siempre y cuando no se cambie bruscamente la dieta y el animal disponga de heno de calidad. Algunas de las verduras y hortalizas más ricas en vitamina C, son el pimiento rojo y verde, el brócoli, las espinacas, las coles de Bruselas, la coliflor y el perejil.

– Pienso de calidad: A partir de los 4-6 meses la mayoría de cobayas ya han llegado al peso adulto y no suelen crecer más, siendo necesario limitar la cantidad de pienso para evitar la obesidad. Como referencia se recomienda dar 1 chucarada sopera de pienso por animal al día, aunque esta cantidad se puede ver incrementada en animales jóvenes en crecimiento, hembras gestantes/lactantes o animales alojados en el exterior en invierno. Se recomienda utilizar piensos uniformes granulados (extrusionados) o en palitos (pelletizados) que no traigan ni semillas ni cereales añadidos. Los piensos con mezclas de semillas y otros elementos no se consideran óptimos, porque los animales seleccionan solo aquello que les gusta y tiran el resto, haciendo que la dieta no sea equilibrada. Además la dureza de algunas semillas podría producir la fractura de algunas piezas dentarias y causar problemas de maloclusión molar.

El agua limpia debe estar permanentemente disponible. Los bebederos de botella son los más adecuados, aunque se deben limpiar a menudo ya que suelen obstruirlos con restos de comida. No es conveniente añadir vitamina C al agua de bebida ya que en pocas horas se degrada. Resulta más seguro y efectivo dar una dieta equilibrada rica en verduras frescas.

Nunca se debe cambiar bruscamente la dieta, aunque sea para mejorarla. Se debe empezar ofreciendo pequeñas cantidades de los alimentos nuevos e ir aumentando poco a poco a lo largo de varias semanas. Si se quiere ofrecer una nueva marca de pienso, se tiene que empezar mezclándolo con la marca anterior, e ir aumentando poco a poco la proporción del nuevo pienso. Los animales jóvenes y los recién adquiridos son especialmente sensibles a los cambios bruscos de dieta, y con éstos deberemos proceder con mayor cautela.

Es bueno acostumbrarlas de jóvenes a los cambios y a una dieta variada, pues de lo contrario de mayores aceptan muy mal los cambios o elementos nuevos en la dieta.

En los comercios se encuentran numerosas golosinas ricas en semillas y azúcares, que aunque estén camufladas bajo la forma de complementos beneficiosos, suelen más bien desequilibrar la dieta. Hay que buscar golosinas con pocos carbohidratos y ricas en fibra (hojas o flores secas, verduras deshidratadas, etc.).

Mantenimiento

Las cobayas pueden alojarse tanto en instalaciones interiores como exteriores. Si se mantienen en exterior deben disponer de una zona protegida de las inclemencias meteorológicas (lluvia, viento, frío, calor,…), y conviene acostumbrarlas desde la primavera. Nunca dejarlas a pleno sol, ya que fácilmente pueden sufrir golpes de calor.

El tamaño mínimo de la jaula es de 0,5 m2, aunque son preferibles jaulas más grandes, y deben salir cada día unas horas para realizar ejercicio. Como lecho para la jaula se puede emplear aglomerado vegetal o de papel, paja, heno o arena vegetal. Se desaconseja completamente el uso de serrín o sepiolita (arena de gato) ya que producen mucho polvo y pueden ocasionar rinitis i conjuntivitis. Además la sepiolita es muy erosiva para las patas y si se la tragan les puede causar obstrucciones gastrointestinales. El lecho debe cambiarse a menudo porque producen abundantes cantidades de heces y orina, y si bien usan preferentemente algún rincón no son muy disciplinadas en el uso de letrinas.

Siempre hay que ofrecerles un nido o una zona donde puedan esconderse (tubo, cueva,…) porque se estresan con facilidad, y un refugio les ofrece mucha seguridad. Como material para el nido es preferible el uso de materiales vegetales como la paja o el heno.

Las cobayas son animales limpios y no es necesario ni conveniente bañarlas; además el baño les puede estresar mucho. Sólo en caso de que sea estrictamente necesario se pueden limpiar con toallitas mojadas o para bebes o incluso ponerlas en un balde con un poco de agua tibia y champú para animales, vigilando de no mojarles la cabeza ni las orejas. Una vez finalizado el baño se las tiene que secar bien con una toalla, y luego dejarlas en un ambiente cálido hasta que estén completamente secas. Si se decide utilizar el secador vigilar siempre de no sobrecalentarlas o quemarlas.

Salud y patologías

Las cobayas recién adquiridas suelen ser muy jóvenes y con un sistema inmune débil, además han estado sometidas al estrés del cambio de hogar, de alimentación, etc., y no es raro que presenten hipovitaminosis C en grados variables si no les han dado verdura fresca. La inmunosupresión resultante favorece la aparición de resfriados, conjuntivitis, dermatofitosis (hongos en la piel) y diarreas.

Sería conveniente realizar siempre una revisión post-compra de las cobayas recién adquiridas, para controlar su estado de salud y realizar los tratamientos profilácticos oportunos. Para las cobayas adultas se aconseja al menos una revisión veterinaria anual que permita controlar su estado de salud y detectar problemas tempranamente.

Los sustratos sobre los que se mueven las cobayas suelen ser suaves y poco abrasivos (virutas de madera, parquet, azulejos,…), causando sobrecrecimiento de las uñas y haciendo que puedan clavarseles en la pata y hacerse heridas. Se pueden recortar las uñas en casa con un cortaúñas para gato o conejo, vigilando siempre de no cortar la parte rosa ya que esto les causaría dolor y hemorragia. Las heridas e infecciones en las plantas de los pies son habituales de cobayas, asociado al sobrepeso, a malas condiciones higiénicas y a heridas causadas por las uñas.

Los machos presentan en la zona del ano unos pliegues de piel que forman una especie de bolsa, llamada receso anal, en la que se acumulan heces y secreciones que utilizan para marcar el territorio. Los animales jóvenes se lo limpian y vacían regularmente, pero si son viejos, enfermos o con problemas de columna pueden dejar de hacerlo y se les acumula un exceso de heces, llegando a causar obstrucción y mal olor. Conviene revisar y limpiar periódicamente este receso anal para que no se obstruya en animales geriátricos.

Los animales con dietas incorrectas suelen sufrir problemas de sobrecrecimiento de los molares. Los síntomas suelen ser babeo, barbilla mojada, reducción del consumo de comida o anorexia, apetito caprichoso, adelgazamiento, etc. En tal caso, conviene acudir al veterinario para que pueda realizarle un limado de los molares bajo anestesia, si se confirma el diagnóstico.

Este artículo es un breve repaso sobre el correcto mantenimiento y alimentación básicos de las cobayas, para más información acuda a nuestro centro.

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